Copenhague no sólo es la Sirenita

Atraídos por el emblema nacional danés: La Sirenita, los turistas que viajan hasta Copenhague descubren una capital europea acogedora y agradable, ideal para pasear a pie y de una gran calidad de vida que se manifiesta en el importante número de atracciones y servicios ofertados al visitante

La Sirenita, Copenhague
Famosa estatua de La Sirenita, Copenhague

Copenhague es la capital más vibrante de Escandinavia. Como centro de la vida política, comercial y cultural danesa es, en todos los sentidos, la capital de la nación y una de las ciudades con mayor calidad de vida del planeta. Para muchos que vienen a visitarla, esta urbe, de por sí, es Dinamarca. Pequeña para ser una capital europea (poco más de 1,5 millones de habitantes), Copenhague se erige como ciudad muy agradable para el turista, ya que muchas de sus principales atracciones se encuentran a corta distancia para ir a pie. Explorarla caminando o andando en bicicleta se convierte en un verdadero placer para los sentidos, sobre todo por sus numerosas calles peatonales, escaso tráfico, extensiones verdes y paisajes acuáticos.

Con un pasado histórico de dominio vikingo, Copenhague se halla hoy salpicada de castillos, iglesias y otros monumentos históricos. También posee una extraordinaria riqueza de museos. Y en verano resulta un goce encontrarse con un palpitante ambiente callejero con cafés al aire libre, restaurantes y artistas por todas partes, en especial en Stroget, que se extiende entre Râdhuspladsen y la plaza Gammel Torv, para formar así el recinto peatonal más largo de Europa.

El peregrinaje hasta la Sirenita, el emblema nacional del país, comienza en el centro de Copenhague y recorre parte de la antigua ciudad hasta el muelle. Lo ideal resulta partir desde Radhuset, el enorme ayuntamiento rectangular que vigila la ciudad. En su interior alberga un extraordinario Reloj Mundial astronómico. A lo largo del paseo por Sroget, el visitante encontrará tiendas de moda y boutiques hasta llegar a la Kongens Nytorv, dominada por tres edificios clásicos: El Teatro Real, la Academia de las Artes y el Hotel d'Angleterre, el establecimiento más exclusivo donde poder alojarse de toda la ciudad.

Resulta de interés visitar el Frhedsmuseet o Museo de la Resistencia Danesa (durante la Segunda Guerra Mundial) hasta llegar a Lille Havfrue, la bahía portuaria donde se emplaza la pequeña señora del mar o Sirenita, en un pequeño acantilado de rocas que se adentran hasta el mar. De reconocida fama internacional y gran icono danés, este monumento es visitado a diario por un gran número de curiosos turistas que se agolpan con sus flashes y cámaras de vídeo.

Otra forma de conocer Copenhague es a través de un itinerario acuático desde el Puerto. A través del muelle de Gammel Strand, donde se emplaza la estatua ecuestre del obispo Absalón, fundador de la ciudad, se pasa por el edificio de la Bolsa, el Nyhavn, el canal más conocido de Dinamarca y parte más antigua del Puerto repleto de bares.

Por lo general, los precios de los hoteles en Copenhague son un 40% más caros que en cualquier otra parte de Dinamarca. Los alojamientos abarcan toda la gama, desde lo suntuoso, los histórico de cinco estrellas como el famoso Hotel d'Anglaterre, hasta las posadas accesibles, granjas y centros de vacaciones hasta llegar a los campings o albergues de juventud o de familia para los presupuestos más económicos.