Mejores destinos de Europa

Maravillas arquitectónicas como el Coliseo romano o la Acrópolis griega o ejemplos de la ingeniería más desarrollada como la Torre Eiffel, en París, o el Tower Bridge, en Londres, son los principales reclamos de las principales capitales de Europa, cuyos tesoros monumentales suscitan, sin duda, el interés de cualquier viajero

Mejores destinos de Europa
Atenas

Cualquier turista que se precie en su afán de viajar por el Viejo Continente y descubrir las maravillas que esconde, debe tener en cuenta su paso por las ciudades más importantes y con mayor patrimonio arquitectónico e histórico. Grandes y pobladas capitales como Roma, París, Atenas o Londres ofrecen en sus calles un conjunto monumental esplendoroso, testigos del paso de numerosas civilizaciones y épocas de lustroso pasado. Otras masificadas urbes como Praga, Moscú, Berlín o Madrid cuentan también con una oferta cultural y de ocio para todos los gustos.

Roma, la ciudad de las siete colinas, capital de Italia, es un destino de obligada visita si se viaja hasta Europa porque conserva lugares que nos remiten a su glorioso pasado imperial o a un protagonismo especial en la historia de Europa. En la ciudad transalpina conviven la majestuosidad de la Roma antigua en forma de foros, termas, templos y otros restos arqueológicos de hermosísima factura, como el Coliseo, con el esplendor del Renacimiento con autores como Miguel Ángel, Rafael o Bernini junto al rincón estado más pequeño del mundo, sede del nuncio Vaticano.

Foro romano

La ciudad de la Luz y del amor exhala un encanto especial por cualquiera de sus esquinas. Una visita a la capital de Francia es una invitación al asombro y al glamour y, también, una referencia a siglos de historia compartida. Con su símbolo de referencia, la Torre Eiffel, París ofrece al viajero un sinfín de posibilidades contemplativas: Notre-Dame, el Arco del Triunfo, los Campos Elíseos, el Louvre...

Torre Eiffel

Londres, antigua capital del Imperio Británico, mantiene las tradiciones victorianas junto con la modernidad más atrevida, de la que siempre ha sido pionera. La capital de Inglaterra y el Reino Unido conserva lugares distinguidos como Patrimonio de la Humanidad como la Torre de Londres y otros monumentos de gran interés como su reclamo más popular, el Big Ben, The Tower Bridge, el British Museum, la National Gallery, la Abadía de Westminster, el palacio real de Buckingham o Hyde Park.

La caída del Muro que partía Alemania en dos estados ha permitido descubrir una capital europea de fascinante mapa urbano, cuya mejor manera de conocerlo es a pie. De esta forma se puede descubrir un Berlín con un excelso patrimonio como la Puerta de Bradenburgo, el Reichstag, el Museo del Holocausto, el Museo Egipcio o los restos pétreos de una muralla que dividía el mundo en dos ideologías.

Berlín

Por su parte, Moscú, metrópoli estructurada en círculos cuyo centro es el Kremlin, presenta una amplia oferta de espectáculos, con el teatro Bolshoi como figura estelar. Lugares de obligada visita son la Plaza Roja, con la famosa Catedral de San Basilio o el Mausoleo de Lenin.

Ámsterdam, como urbe libertaria y tolerante, ofece un peculiar entramado urbano repleto de canales y verdaderas obras de arte de sus afamados pintores Rembrandt y Van Gogh.

Amsterdam

Madrid, la capital de España, dispensa al visitante una formidable colección de museos (Prado, Thyssen, Reina Sofía), monumentos vinculados a la corona del antiguo imperio como el Palacio Real o varios parques de atracciones.

Praga ha sabido fundir una belleza legendaria con la magia de su mezcla de estilos arquitectónicos. La capital de la República Checa cuenta con un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, ya de por sí digno de ser recorrido.

Lisboa, la vieja dama, es el centro de una cultura abierta cuya sensualidad se refleja tanto en la gastronomía como en la melancolía de sus inmortales fados.

Lisboa

Por último, la cuna de la llamada cultura occidental es también una capital bulliciosa, activa y amante de la modernidad. Atenas, capital griega, posee joyas arquitectónicas como la Acrópolis y su famoso Partenón, una de las maravillas del mundo moderno.