Por algo ellos los prefieren: Los puntos del planeta preferidos por los jóvenes
Juventud es sinónimo de diversión, locura y cierto desenfreno. Nada mejor que viajar a las principales capitales europeas, Londres, Berlín, Ámsterdam, Roma o Madrid, para disfrutar de su ocio nocturno repleto de bares y discotecas que puedan colmar sus expectativas. Pero en estos casos habrá que "rascarse" un poco el bolsillo, aunque los jóvenes son los eternos hábiles para pasarla bien con poco dinero y otro detalle: No siempre buscan lo mismo.
Las metrópolis de Europa
Por ejemplo, la ciudad inglesa se ha convertido en la capital mundial de la noche sin fin y de las tendencias en materia de clubes. Gozar del ambiente oscuro en Londres requiere una buena planificación y tener las ideas muy claras. Si se hace bien se puede disfrutar de los mejores DJ y de la escena más cool a lo largo de los siete días de la semana pero tambien está Berlín, es otra de las metrópolis europeas más efervescentes en lo que a vida nocturna se refiere.
La capital alemana también permite la cultura alternativa y es una urbe en la que todo está permitido. La entrada a los bares está restringida a los mayores de 18 años, las entradas para las discotecas cuestan 15 dólres y no hay un código de vestimenta específico, ni horarios fijos de cierre. El precio medio de una consumición ronda entre los 8 y 13 dólares.
Ámsterdam recibe todos los años a miles de jóvenes de todas las edades para, entre otras actividades, gozar de la libertad que permiten los coffe shops. En España, la personificación de la fiesta se traslada a la isla de Ibiza, paraíso de los amantes de la juerga hasta altas horas de la madrugada. Asimismo, en los últimos años han cobrado especial auge en la oferta de vida nocturna, urbes tan diferentes como Tel Aviv, San Petersburgo o Riga, destinos cada vez más demandados por los jóvenes.
Otros muchos adolescentes en edad universitaria escogen estos destinos del Viejo Continente para mejorar sus destrezas en el idioma, en buena medida debido al programa Erasmus, que apoya y facilita la movilidad académica de los estudiantes dentro de la Unión Europea.
Otra opción, la mochila
Gran parte de quienes optan por emprender una aventura con la mochila a cuestas lo hace por su limitación económica. Van en busca de campings, hostales, tarjetas de descuento y hasta de programas que ofrecen trabajos en muchos rincones del mundo.
El mercado turístico pone al alcance de los jóvenes diversas alternativas de viajes de bajo costo para todo tipo de bolsillos. Económico, diferente y sin ataduras. Emprender una ruta como mochilero puede resultar, sin duda, una experiencia inolvidable y enriquecedora, además de ser, para muchos, la única manera posible para conocer otro país.
No todos los jóvenes buscan el ocio y la diversión
Muchos viajeros eligen trasladarse a una ciudad del mundo para trabajar y así sumergirse de lleno en otra cultura, además de obtener experiencia y dinero para costear su desplazamiento. Otra forma de descubrir nuevos destinos para los jóvenes es a través del famoso programa de Au Pair, que incluye la estancia en la casa de una familia anfitriona a cambio de algún servicio, como el cuidado de los niños del hogar.
Algunos de los países más solicitados son Irlanda, Canadá o Estados Unidos. Si el viaje es a Europa, no hay mejor forma de atravesarla que en tren. El Eurail Pass es una buena opción; los paisajes en muchos casos son imperdibles y esta modalidad de viaje facilita la interacción con los lugareños. Además, permite recorrer 17 países e incluye recorridos por España, Francia, Alemania, Italia y Suiza, aunque permite anexar más países.
En Brasil, la ciudad brasileña de Porto Seguro, en el estado de Bahía, se ha convertido en una ciudad muy concurrida por jóvenes de todas partes del mundo; aunque su historia, su cultura y sus bellezas naturales la hacen atractiva para viajeros de todas las edades. La playa es el gran centro de diversión: Allí se organizan bailes de capoeira y lambada e interminables fiestas.
Para los más exóticos también hay oferta: Una Oktoberfest diferente, con los mismos litros y litros de cerveza, pero a unos cuantos miles de kilómetros de Baviera; en Blumenau (Brasil), o la Full Moon Party en la playa Haad Rin de Ko Phangan (Tailandia), una fiesta nocturna que reúne cada mes a más 10 mil personas de todos los puntos del planeta con un deseo común: Pasarlo bien hasta que la luna nueva ceda terreno a un nuevo día.