La Ruta 66 de Estados Unidos, 4.000 kilómetros llenos de historia y paisaje desértico
Los nostálgicos de la Ruta 66 pueden disfrutar de unas vacaciones distintas por la carretera más conocida del mundo, llena de paisajes desérticos y exuberantes montañas en cerca de 4.000 kilómetros de historia
Los nostálgicos de la Ruta 66 pueden disfrutar de unas vacaciones distintas por la carretera más conocida del mundo, llena de paisajes desérticos y exuberantes montañas en cerca de 4.000 kilómetros de historia
La Ruta 66 es un recorrido de 4.000 kilómetros plagado de historia, paisaje desértico y centros que encantan a los viajeros y nostálgicos.
Es una de las carreteras más legendarias de todo el planeta y, aunque el progreso se ha llevado por delante muchos de sus tramos, atraviesa ocho estados y los paisajes más diversos, desde exuberantes montañas hasta áridos desiertos. La mítica Ruta 66, trazada en 1926, discurre desde Chicago a California, paralela a las vías del ferrocarril.
Muchos lugareños y nuevos viajeros intentan recuperar el nostálgico american way of life a bordo de una Harley Davidson, un todoterreno, bicicleta o incluso a pie a través de esta mítica vía de comunicación terrestre. Sus más de 2.400 millas (casi 4.000 kilómetros) han visto pasar grandes guerras, depresiones económicas y, sobre todo, millones de turistas que se dirigen de la costa este a la oeste de la nación más poderosa del mundo.
El viaje por la Ruta 66 es en sí como unas vacaciones para muchos, por ello a lo largo de su trazado se han levantado alojamientos, restaurantes, gasolineras, locales de espectáculos, mercados, autoservicios y tiendas de souvenirs, entre otros tipos de establecimientos.
Más de 300 pueblos, ciudades y núcleos de población se localizan a lo largo del camino. En sus orígenes, la carretera, que no se finalizó de pavimentar hasta 1938, atravesó el país en diagonal y desde sus comienzos se convirtió en un auténtico símbolo nacional y motor económico de envergadura. Atravesando ocho estados: Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California, hoy día los nostálgicos viajeros deciden recorrer lo que queda de su trazado original. Las modernas autopistas han acabado con parte de la Ruta 66. Los tramos más largos que sobreviven se localizan al oeste de Arizona y al este de California.
Al abrigo de pequeños pueblos que jalonan la ruta, el asfalto de la carretera se rodea de vegetación en ocasiones y en otras de auténticas arenas del desierto, con buitres revoloteando por los alrededores, montañas de color rojo o llanos repletos de arbustos. Gasolineras inservibles y garajes abandonados se han transformado en museos de curiosidades. Los indicadores estatales del trazado se convierten en auténticos objetos de coleccionista, incluso souvenirs para turistas, hasta llegar al final del recorrido, en la localidad californiana de Santa Mónica.
La Ruta 66 se retiró oficialmente de la red de carreteras de los Estados Unidos en 1985 después de que el Gobierno decidiera que la vía ya no era relevante y tras haber sido reemplazada por la red de autopistas interestatales del país. No obstante, algunos estados han mantenido la designación 66 de partes de la ruta, aunque como carreteras estatales.
Son numerosos los alojamientos de la Ruta 66 que son apetecibles para el viajero. Un ejemplo de ello es el hotel Monta Vista, en el estado de Arizona, donde por $65 la noche se puede descansar en uno de los establecimientos más curiosos de todo el viaje. El Rancho, en el estado de Nuevo México, tiene el encanto de haber descansado en sus estancias antiguas celebridades del séptimo arte, y todo por $58 la habitación.