Visitar Singapur, una propuesta diferente
De pasado colonial inglés, Singapur ha sabido sobreponerse a su estigma de país subyugado para emerger, hoy día, como una de las principales economías mundiales de todo el planeta.
De pasado colonial inglés, Singapur ha sabido sobreponerse a su estigma de país subyugado para emerger, hoy día, como una de las principales economías mundiales de todo el planeta.
Uno de los países considerados tigres asiáticos por su elevada renta per cápita (posee un Producto Interior Bruto de los más elevados de todo el mundo) ha emergido como destino turístico de primer nivel en los últimos años. Los datos económicos así lo corroboran. Recibe la visita anual de más de diez millones de turistas. Una de las capitales del juego en el continente, Singapur ha promovido su gastronomía como fuerte elemento de atracción y es, además, un reputado centro de turismo médico. 200.000 extranjeros la visitan al año para conseguir atención sanitaria de postín.
Singapur, situado entre Malasia e Indonesia, presenta la mayor densidad de población del mundo después de Mónaco. Es toda en una: Ciudad, país e isla de casi cinco millones de habitantes que se reinventa cada día que pasa a vertiginoso ritmo. Antigua colonia inglesa, en la actualidad es uno de los estados más prósperos del planeta. Mediante el transporte público de aquí, de calidad, el visitante se podrá mover como pez en el agua y disfrutar de sus principales atractivos, como el National Orchid Garden. Un impresionante jardín de orquídeas, el Barrio Chino con sus templos budistas, Little India y su conglomerado de pequeños comercios o el barrio árabe, con numerosas tiendas. Para realizar turismo en Singapur también merece la pena emprender una excursión a la menuda isla de Sentosa, a la que se puede llegar en teleférico o por carretera. Ofrece playas, hoteles de lujo, actividades deportivas y espectáculos varios.
Ya en la propia ciudad-estado, la zona central de Singapur lleva estampada el sello indeleble de Sir Stamford Raffles, donde se puede visitar el palacio de la Emperatriz. Una imponente construcción victoriana del siglo XIX, el extraño Padang, donde antaño se jugaban partidos de cricket; el propio hotel Raffles, una institución local que se ha convertido en sinónimo de lujo oriental y diversas iglesias de interés como la catedral de San Andrés y la del Buen Pastor.
Los amantes de las compras encuentran en Singapur uno de sus paraísos, en especial en la larguísima calle Orchard Road con sus hoteles de lujo y en el centro comercial Mustafá Center, abierto las 24 horas del día. Gigantes torres de vidrio y cemento en forma de rascacielos sucumben a la modernidad de Occidente en una de las actuales estampas que dispensa la imagen del país. Pese a ser muy seguro, su gobierno impone gravosas multas para cualquier tipo de indecorosa conducta, como tirar chicles al suelo, ensuciar la calle con papeles o colillas, escupir en el suelo u orinar en los ascensores.
La gastronomía local está considera como un primer ejemplo de la mezcla étnica y diversidad de culturas existentes en el país, con influencias de la cocina malaya, china, hindú y también occidental. Sus platos más destacados son la laksa, una especie de sopa picante con noodles, gambas y leche de coco, o el chilli crab, un enorme cangrejo procedente de Sri Lanka.
Llegada la noche, toca buscar alojamiento. El centro de Singapur no es muy grande y todo está bien comunicado, por lo que cualquier hotel céntrico es idóneo para visitarla al día siguiente. Esplanade, Orchard Road y Boat Quay son las zonas recomendadas para hospedarse en alguno de sus muchos hoteles. Aunque las tarifas de los establecimientos más baratos comienzan en unos 41 dólares por noche la habitación doble. Es raro encontrar hoteles recomendables por menos de 82 dólares.