Países ricos en historia para disfrutar, conocer y aprender

Japón

En Japón, es “obligatorio” como mínimo ir a Tokyo y Kyoto. Y no son sólo juegos de palabras.

Tokyo está en el Siglo XXI (o XXII o XXIII, también puede ser) y Kyoto conserva la estructura y el funcionamiento de una ciudad tradicional japonesa. Hasta la gente se comporta diferente. Los templos nipones tienen una sobriedad abrumadora.

China

Un lugar que inexorablemente no se puede pasar por alto en China, es la visita obligada a la Gran Muralla… y animarse a escalarla, aunque sea un poco. Después, cuando orgullosamente muestre la enorme medalla entregada por la guía, que con visibles letras dice “I climbed de Great Wall” (Yo escalé la Gran Muralla), puede demostrar que lo hizo a todos aquellos que no le creyeron.

Otros lugares realmente importantes para visitar son la Ciudad Prohibida y la Plaza Tian An Men. Sí, la Ciudad Prohibida es la de la película “El último emperador”. ¡Existe de verdad! Allí vivía toda la corte imperial, por supuesto con toda su servidumbre, realmente era una ciudad. No dejan ir a todos los lados, pero se puede recorrer muchísimo. Es imperdible.

Para ir a la Plaza Tian An Men no hay que complicarse mucho, es a la salida de la Ciudad Prohibida. Comparada con ésta, no tiene casi valor histórico, salvo, obviamente, la desgraciada masacre de los estudiantes disidentes en 1989, cosa que allí nadie nombra…
Pero de cualquier manera, vale la pena la recorrida por la Plaza por la sensación que transmite. Es enorme y desolada.

Continuamente hay una fila que se dirige hacia el lado opuesto de la Ciudad Prohibida. Y es que, cruzando la Plaza está el Mausoleo de Mao. Existen ciertas discrepancias en lo que hay allí. Ellos juran que está Mao embalsamado, y a muchos, respetuosamente, les parece un muñeco de cera. Es difícil de corroborar, al menos a simple vista, porque no dejan acercarse lo suficiente para poder discernir, y menos para comprobar cualquiera de las dos ideas.

Hay muchísimas residencias de señores feudales, que fueron modificadas para ser hoteles o restaurantes, y que les conservaron los jardines, haciendo bellísimas obras de arte seminaturales. Hay cascadas, lagunas, pájaros, plantas exóticas de todo tipo.
Cuando vas paseando por allí, da la sensación que lo estuvieras haciendo por la China feudal.

India

Nueva Delhi es uno de los puntos principales a conocer, también la parte vieja de la ciudad, Calcuta, Bombay.

Es aconsejable ir al Ganges a primera hora de la mañana, para ver los baños y las abluciones.

Si encuentra un guía que lo lleve, y no es una persona de impresionarse fácilmente, puede ver una cremación. Aunque es un ritual sagrado y los intrusos no son muy bienvenidos. Los ríos están absolutamente contaminados por las cenizas volcadas de las cremaciones.

Lo que no puede dejar de ver es el Taj Majal. Contrariamente a lo que se cree comúnmente, no es un mausoleo. Es un monumento en honor al amor que sentía el Rajá por su esposa preferida. Está hecho en mármol blanco, con miles y miles de incrustaciones de piedras semipreciosas. La forma, los materiales, los decorados, los mil y un detalles, lo hacen espectacular. Es ya una tradición sacarse la foto como si se lo estuviera tomando con los dedos desde la cúpula. ¡Y dan ganas de llevárselo!