El emblemático Hotel Bolívar, monumento nacional del Perú
Sobre este monumento histórico dijo alguna vez el presidente Leguía: “Frente a un San Martín, solo puede haber un Bolívar”.
Sobre este monumento histórico dijo alguna vez el presidente Leguía: “Frente a un San Martín, solo puede haber un Bolívar”.
Corría el año 1924 y el Perú se preparaba para celebrar el centenario de la batalla de Ayacucho acaecida el 9 de diciembre de 1824 donde se enfrentó el ejército patriota al mando del libertador Simón Bolívar contra las fuerzas realistas españolas y que significó la consolidación de la independencia nacional del yugo español.
En medio de los ánimos celebratorios, los hermanos Augusto y Fernando Wiese, destacados empresarios peruanos, tomaron la iniciativa de construir un hotel frente a la recién inaugurada Plaza San Martín con el propósito de alojar ahí a los ilustres invitados a las celebraciones del centenario.
El arquitecto peruano Rafael Marquina tuvo a su cargo el diseño del hotel que al inicio contó con tres pisos para luego ser ampliado a cinco en 1934; fue el mismo arquitecto quien se encargó también de su restauración posterior al terremoto de 1970. Actualmente el hotel cuenta con 99 habitaciones en el tercer y cuarto piso, además de cinco salones: Salón Bolívar que es el principal, Salón El Patio, Salón Dorado, Salón América y el Gran Salón Principal.
La tan ansiada inauguración del hotel se realizó el 6 de diciembre de 1924 y al acontecimiento asistieron mandatarios y representantes de todo el mundo, así como lo más selecto de la sociedad peruana y en aquel entonces fue comparado con renombrados hoteles del orbe como el Ritz de París, el Plaza de Nueva York y el Savoy de Londres. El hotel Bolívar marcó toda una época, convirtiéndose así en referente de la hotelería de lujo en Lima.
Pero el hotel Bolívar, ubicado en el no menos popular Jirón de la Unión, no siempre tuvo ese nombre; en el momento de su inauguración fue bautizado como Hotel Ayacucho, en honor a la batalla antes mencionada, pero este nombre quechua tenía la peculiaridad de traducirse al español como “rincón de los muertos”, lo que lo convertía en un nombre poco apropiado para un hotel de tal envergadura, así que mientras se barajaban otros nombres para la monumental obra arquitectónica, se tomaron en cuenta las palabras del entonces presidente del Perú Augusto B. Leguía:
Frente a un San Martín, solo puede haber un Bolívar.
La mejor época
Escribe Javier Baz en su blog Hotel Perú News: “Era un edificio moderno y elegante, con diseño colonial, decorado y amoblado con materiales y muebles de la mejor calidad y lujo, la mayoría importados de Europa”.
Por tal motivo, el hotel Bolívar trajo consigo una verdadera revolución en la vida social de los limeños de aquella época. Dentro de sus recintos se llevaron a cabo las más fastuosas celebraciones y es en la década de los cincuenta en que alcanza su máximo esplendor al alojar a visitantes de la talla de Ernest Hemingway, Richard Nixon, Charles de Gaulle, Ava Gardner, Orson Welles, Nat King Cole, Cantinflas, Marcel Marceu, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Mick Jagger y Keith Richards, de la banda británica de los Rolling Stones.
Pisco Sour Catedral
La fama del hotel Bolívar también se debe a que fueron en sus instalaciones donde se creó el emblemático Pisco Sour Catedral, una bebida de mayor volumen (12 onzas) que el Pisco Sour tradicional (6 onzas), algunos refieren que el nombre “Catedral” se refería al tipo de cristal con que se elaboraban las copas antiguamente.
Monumento nacional
El Gran Hotel Bolívar fue declarado monumento nacional por resolución suprema el 28 de diciembre de 1972; como dato curioso cabe agregar que en este lugar se encuentran los dos primeros ascensores que funcionaron en el Perú.
El hotel espera con las puertas abiertas a todos aquellos turistas, tanto locales como extranjeros, que quieran compartir con él su tradición, historia y su inigualable Pisco Sour.