Roma y sus tesoros escondidos

Roma está llena de historia, arte y mucha cultura, pero ¿Conocemos todo lo que deberíamos? Con este artículo nos damos cuenta que no.

Coliseo Romano
Coliseo Romano

Uno de los placeres más grandes de visitar Roma se encuentra en la búsqueda de sus tesoros escondidos, lugares que sólo los más sabios de los romanos conocen y que se ha transformado con el pasar de los años en una selección muy bien guardada por los locales.

La basílica de San Pedro recibe unos veinte mil visitantes al día, sin embargo, también podemos encontrar otras basílicas en Roma que también son magníficas, grandes y exquisitas, y que no sufren de una gran congestión de personas al día. Un ejemplo de ello es que podemos tomar el metro algunas paradas más allá para llegar a San Paolo Fuori le Mura cual es la tercera iglesia más grande en Christendom y bien se puede ser el único visitante en ese instante.

Su arquitectura e imponente tamaño es apabullante, sobre todo considerando que es un edificio del siglo 19, aunque cuenta con un arco propio del siglo V que es la encarnación de los mosaicos medievales del claustro. Otra de las hermosas basílicas patriarcales que podemos encontrar es la de San Lorenzo Fuori le Mura en el distrito universitario de San Lorenzo. Podríamos decir que esta es una de las iglesias más adorables de Roma y que tiene muy pocos visitantes.

Para quienes deseen conocer un lugar secreto en Roma que sea cercano a San Pedro, se aconseja tomar el tour por los jardines del Vaticano. Esta visita está reservada a los pocos que se han tomado la molestia de hacer una reservación con una semana de antelación. Aquí los visitantes tendrán la oportunidad de acercarse un poco más al mundo de la Santa Sede, donde el entorno recuerda un poco a Alicia en el País de las Maravillas.

Cruzando al otro lado del río Tiber nos encontramos con una multitud de molinos rodeando la Plaza de España, lugar desde el cual caminando apenas unos pasos nos permitirá llegar al Museo Misionero de Propaganda di Fide. En un edificio diseñado por maestros barrocos como Bernini y Borromini, se acogen siglos de historia recopilados por los propios sacerdotes. Aquí destaca la Capilla de los Reyes Magos de Borromini.