Cómo moverse por Praga

Transporte en Praga
Foto cortesía de subways.net

Praga cuenta con un sistrema extenso y eficiente de transporte público: metro, tranvías y autobuses. Casi todos los lugares de interés se encuentran bien comunicados a través de la red de metro, bus o tranvía. Por la noche existe un servicio de tranvías nocturnos, por lo que casi nunca dependerá de los taxis.

Es importante validar el billete antes del trayecto. Hay inspectores vestidos de paisanos que hacen frecuentes controles e imponen elevadas multas. Los billetes se validan en el vestíbulo de la estación del metro o al subir al tranvía o bus. Se venden en los estancos y en las taquillas de las estaciones. También se ofrece la opción de un abono de 24 horas, un pase de siete días y otro de 14 días por un poco más de precio. Si se llega a la capital de la República Checa en coche, es conveniente dejarlo en un aparcamiento P+R, que conecta con la red de metro.

Praga tiene tres líneas de metro: A (verde), B (amarilla) y C (roja). Los trenes son frecuentes y están limpios; funcionan de 5 de la madrugada hasta las 12 de la noche.

A diferencia de la red de metro, los tranvías también funcionan por la noche, pero con servicio limitado y menos frecuente, cada media hora. Algunas líneas, como la 22, son muy útiles.

Varias líneas de autobuses tienen su origen donde terminan las líneas de metro y ofrecen acceso a destinos periféricos, como el aeropuerto, Troja o el Castillo de la Estrella. El servicio nocturno también circula cada media hora. Para más información sobre estos medios de transporte se puede consultar la web www.dppraha.cz o llamar al 296 191 817.

El uso de los taxis es el último recurso. Infórmese en su hotel acerca de los precios razonables para los trayectos que piensa hacer y acuerde la tarifa con el taxista antes de salir, o bien insista que hagan funcionar el taxímetro. Pida recibos, escritos en papel con el nombre de la compañía impreso; de ese modo se asegurará de que no le cobren de más.

Praga es una ciudad pequeña y en muchas ocasiones, lo más cómodo y rápido para desplazarse por el centro es ir andando. Hay también una extensa red de rutas ciclistas y servicios de alquiler de bicicletas por toda la ciudad.

Si circula en coche, asegúrese de llevar la tarjeta internacional del seguro y los documentos del vehículo. Las carreteras están en buen estado. La normativa local no tolera el alcohol en la sangre del conductor. Los límites de velocidad son de 30-50 km/h en las áreas urbanas, 90 km/h en las carreteras y 110/130 km/h en las autopistas. En caso de accidente, notifíquelo a la policia de inmediato.

Antes de partir, es aconsejable ponerse en contacto con el automóvil club checo, UAMK para conseguir los teléfonos de urgencias. La gasolina es más barata que en la mayoría de los países de Europa occidental, pero el tráfico en Praga no es muy seguro. Para alquilar un coche, las compañías internacionales tienen oficina en la capital y en algunos hoteles.

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