Brujas, un paraíso al norte de Europa

Brujas, la Venecia del Norte, una ciudad amable con una vida apacible, donde se puede gozar de la belleza de sus casas, viejos edificios y el encanto de los canales que la caracterizan.

Brujas
Foto cortesía de Wolfgang Staudt

Su nombre proviene del noruego antiguo “Bryggia” (puentes, muelles, atracaderos) y ostenta su nombre debido a la gran cantidad de puentes que en dicha ciudad existen. Situada a noventa kilómetros de la capital, Bruselas; el mayor atractivo de Brujas y uno de los más atractivos de Europa, es su casco histórico antiguo. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad (Unesco, 2000), gracias a que mantiene intactas sus estructuras medievales.

Brujas, la Venecia del Norte, conserva el rico legado de los tiempos en que fue metrópoli potente, con poderío económico. Hoy es una ciudad amable, con una vida apacible, donde podemos gozar de la belleza de sus casas, sus viejos edificios y el encanto de los canales que la caracterizan.

Tiene un encanto especial, al poder recorrerla desde sus canales o mediante carruajes de caballos o, incluso, en bicicleta –hay itinerarios especiales-; por ello mas vale dejar el coche en uno de sus tantos aparcamientos y disponerse para disfrutar de una ciudad donde se aúnan el arte, la arquitectura, la religión, los canales, la naturaleza, la gastronomía y la amabilidad de los pobladores de esta tranquila urbe.

Todo para ver y disfrutar

En Brujas podemos dar gusto completo a la vista, el sentido deleitante por excelencia; al tiempo que ejercitamos las piernas. Interesantes monumentos del periodo gótico acompañados por una muy buena serie de museos. Calles y plazas llenos de riqueza arquitectónica y de espacios para disfrutar en buena compañía. Catedrales e iglesias de una belleza reconocidas en todo el mundo. Y la red de canales que le otorgan el nombre de la Venecia del Norte.

Nuestra Señora de Brujas es un templo que data de los siglos XIII al XV, donde se alberga un rico patrimonio pictórico. Es de admirar la obra de Miguel Ángel: una Madonna con una niño, en mármol blanco. También tiene tumbas pintadas y los mausoleos de María de Borgoña y Carlos el Temerario. Destaca su torre de ladrillo de 122 metros de altura.

La oferta museística es notable y surge como testigo privilegiado de la época de pujanza que gozó la ciudad, ligada a la pintura de los primitivos flamencos. Museos como el Groeningemuseum, son un claro ejemplo de ello. El museo Gruuthuse está en un viejo palacio y cuenta con una magnifica colección de arte decorativo. Otros museos son el del Diamante, el Guido Gezelle, el del campanario, el arqueológico, entre otros.

El centro de la ciudad está en el espacio conformado por la Markt y la plaza Burg. Las fachadas de los edificios circundantes el otorgan belleza y armonía. En medio de la Plaza Mayor (Markt) se encuentre un estatua dedicada a los héroes locales. El edificio más impactante y a la vez más popular de la ciudad, es el Campanario, gótico, con 83 metros de altura; alberga un pequeño museo dedicado a la historia del edificio.

Caminando por Brujas

Brujas cuenta con varios parques municipales muy bien conservados, cada uno tiene su propia historia y es el lugar favorito de descanso de aves migratorias y por su puesto del maravilloso cisne de Brujas.

El la plaza Burg podemos encontrar varios sitios de interés: la basílica de la Santa Sangre, donde se venera una reliquia de la Sangre de Cristo traída de Tierra santa contando, a demás, con un pequeño museo; el Ayuntamiento, de estilo gótico florido; y hasta un palacio del siglo XVI.

La catedral más antigua de Brujas es la Catedral de San Salvador, correspondiente a los siglo XI a XV, recientemente restaurada, destaca su torre de 100 metros de altura, contiene tumbas medievales, un museo y cuadros flamencos de artistas como Hugo van der Goes. Recorriendo Brujas, podemos encontrar espacios tan bellos como la plaza de los Curtidores, el Beaterio, viejos recintos con murallas, la casa del Pelicano o iglesias como la de San Walgurge o Santa Ana…

La Venecia del Norte

Los canales que recorren Brujas dan cabida a la programación de excursiones –de 30 minutos, aproximadamente- que se desarrollan durante casi todo el año, excepto en la época dura de invierno. Por sus recorridos podemos ver el centro de la ciudad desde el nivel del agua, sobresale el tramo que va desde la plaza Burg hasta la iglesia de Nuestra Señora.

Habitantes comunes de las aguas de Brujas son los cines, que tienen su especial historia en la ciudad. Actualmente se muestra como una ciudad elegante e histórica, sin prisas, sin estrés donde un paseo interesante, es navegar en barco por sus canales. Y para cuando te canses de caminar, puedes detenerte en un bar y beber un chocolate con un trozo de pastel ya que aquí, son especialistas en esos manjares.