Viena, la ciudad de los palacios
Ninguna ciudad es tan majestuosa y llena de palacios y edificaciones regios como la Viena Imperial.
Ninguna ciudad es tan majestuosa y llena de palacios y edificaciones regios como la Viena Imperial.
No en vano la capital de Austria fue también el centro del vasto Imperio Austro-Húngaro, que actualmente estaría integrado por trece Estados europeos. Cuenta nada menos que con 27 castillos y más de 150 palacios (1) y todo en una sola ciudad.
La antigua Monarquía de los Habsburgo disfrutaba de los palacios barrocos de Schonbrunn, la antigua residencia imperial de verano, con más de cuarenta aposentos y unos maravillosos jardines. O del palacio de Hofburg, la majestuosa y gigantesca vivienda oficial del Emperador hasta el año 1919 -año en que desaparecería el gran Imperio-, formado por varios edificios y dependencias, que irían ampliándose desde la más antigua del siglo XIII hasta la más modernamente construida en el año 1900. El palacio cuenta además con muchos atractivos añadidos que merecerían unas cuantas jornadas de visita independiente.
Uno de ellos es la sede de la Escuela Española de Equitación de Viena que atesora y mantiene vivo e inalterado el arte ecuestre clásico desde el Renacimiento hasta nuestros días. Los preciosos caballos de raza española bellamente engalanados interpretan con sus jinetes -ataviados con sus uniformes- el famoso ballet con sus cabriolas, saltos y piruetas, en medio del que se dice es el picadero más bonito del mundo construido nada menos que en 1729, en el interior del entramado del palacio de Hofburg.
Museo de la Emperatriz Sisí
La estela de la emperatriz Sisí se encuentra por todas partes en Hofburg, ya que sus aposentos privados y los de su familia están abiertos al público. Sus famosos vestidos, sus diamantes con los que adornaba su larguísima melena, los inverosímiles corsés (por lo escuetos) o las barras en las que todos los días hacía gimnasia, están en el Museo dedicado a la Emperatriz y son visita obligada por muchas turistas-fans de la figura de la famosa consorte del emperador Francisco José. Pero también en el palacio se encuentra la Cámara del Tesoro una impresionante colección, se dice que la más importante del mundo, con la corona imperial del Imperio Sacro Romano (año 962) o la corona del emperador austriaco de 1602, además de otros tesoros reales de valor incalculable.
También es incalculable el valor de los instrumentos musicales antiguos de cuerda, viento y teclados de la colección de Hofburg. Músicos como Beethoven o Chopin interpretaron melodías para los Soberanos con algunas de estas piezas únicas e irrepetibles atesoradas en el palacio imperial.
Museo Albertina
No podemos perdernos de ninguna manera el impresionante Museo Albertina de Arte. La pinacoteca se encuentra también en la parte sur del Palacio Imperial y entre sus fondos se cuentan, por ejemplo, la famosa “Liebre” de Durero o algunas de las maravillas que pintó Klimt sobre las mujeres, o piezas de Rubens, Cezanne, Picasso, Rotko o Monet. Todo enmarcado en unos salones barrocos de gran belleza.
Viena moderna
Pero también es la ciudad de las bicicletas, si Amsterdan nos lo permite. La moderna Viena está transitada por miles de bicicletas utilizadas tanto por ejecutivos, trabajadores o por estudiantes, ya que cuenta con un cómodo sistema de alquiler con devolución y retorno en muchas de sus avenidas y calles.
Viena es además la Sede de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). No es raro por lo tanto aunque sí curioso ver a los jeques del petróleo y sus muchas esposas en los mejores hoteles de la ciudad, ataviadas de negro de la cabeza a los pies, con grandes joyas en sus cuellos, dedos y muñecas, que se desplazan por los restaurantes de los hoteles y las mejores tiendas de la capital austriaca, especialmente por las joyerías y otras muchas tiendas de lujo que existen en Viena.
No podemos dejar de probar la famosísima Tarta Sacher, de chocolate, en el café del mismo nombre o de asistir a una buena obra en el antiguo Teatro de la Ópera (2) o a un concierto en sus muchas salas de música clásica. Los edificios y las avenidas junto al río Danubio o los grandes parques y jardines o la zona de la catedral de San Esteban, con sus restaurantes, sus cafés o sus elegantes tiendas, también son lugares obligados. Para conocer esta gran ciudad necesitarás muchos días, pues no sólo está llena de palacios.
(1) http://www.wien.info/es/sightseeing
(2) http://www.wiener-staatsoper.at