La Capadocia Turca y su geografía de suelo lunar

La Capadocia turca durante milenios ha sido moldeada por el viento y el agua, originando sobre ella un peculiar paisaje de suelo lunar, ciudades subterráneas y viviendas-cueva que a su vez se muestran como museo al aire libre de la historia.

Capadocia Turca
Capadocia Turca - Ciudad subterránea

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, la Capadocia cuenta con una formación geológica única en el mundo, así como un patrimonio cultural e histórico de lustre. Esta región de la Anatolia central, en Turquía, tiene una zona protegida de más de 9.000 hectáreas formada por paisajes únicos, resultado de la acción de las fuerzas de la naturaleza durante milenios. Fruto de esa evolución se ha originado en la Capadocia lo que se conoce como suelo lunar.

Capadocia Turca

Su firme selenita, de toba calcárea, ha adquirido caprichosas formas tras millones de años de erosión originada por el viento, la lluvia, el calor y el frío. En lugar de levantar edificios, sus moradores han construido las viviendas escarbando en la roca. Qué mejor manera para combatir el verano abrasador y el invierno helado. Así, esta región, que abarca partes de las provincias de Kayseri, Aksaray, Niğde y Nevşehir, se encuentra repleta de refugios subterráneos y cavernas, tanto naturales como artificiales, de las que muchas de ellas siguen siendo habitadas en la actualidad.

La Capadocia es un auténtico museo al aire libre. Posee ciudades subterráneas, centenares de iglesias rupestres adornadas con bellos frescos bizantinos, laberintos interminables de rocas cónicas conocidas popularmente entre los lugareños como chimeneas de las hadas y miles de casas cavernas, como si no hubiese pasado el tiempo. De entre los núcleos poblaciones que se esconden en el subsuelo destacan Derinkuyu, Kaymakli, Ozkonak, Mazi, Tatlarin o Saratli. Todavía hoy permanecen en su interior cocinas en comuna, pozos, sistemas de desagüe, corrientes de ventilación, mazmorras y cementerios. Cuando estas urbes subterráneas fueron utilizadas durante el cristianismo bizantino, algunas cámaras fueron adaptadas como templos, de ahí lo profusa de la decoración de sus paredes.

Capadocia Turca

Muchos de los viajeros que emprenden rumbo a Turquía sólo visitan su metrópoli más conocida. Pero en la Capadocia hay que realizar una parada obligatoria. Es muy sencillo llegar a esta región procedente de Estambul. Todos los días hay vuelos hacia al aeropuerto de Nevsehir o Kayseri que no suelen durar más de una hora. Pese a que el turismo no está aquí muy arraigado, sin duda se trata de una de las zonas de mayor interés del mundo para visitar. Para los que vayan por su cuenta, la mejor opción es llegar hasta la capital turca, Ankara, desde ahí resulta sencillo coger un autobús para llegar a Göreme, el mejor centro de operaciones para visitar Capadocia.

Una de las actividades de mayor interés es sobrevolar en globo la región para contemplar las bellas estampas que ofrecen sus colinas calcáreas y los pueblos trogloditas. También resulta atractiva la práctica del senderismo o montar a caballo, también degustar la gastronomía local y adquirir productos de artesanía. Los pequeños pueblos que conforman la Capadocia cuentan con una amplia oferta de hoteles, desde los de elevado nivel de servicios, hasta pequeños hostales familiares donde se respira el espíritu de la Turquía más profunda. Descansar en uno de estos alojamientos llega a convertirse en una experiencia en sí misma al compartir desayunos y comidas con las familias propietarias. En la propia oficina de turismo de Göreme pueden localizar el viajero el hotel que más le convenga según sus necesidades y presupuesto.

Capadocia Turca

En determinados mapas cartográficos, la denominación de Capadocia no se menciona al no tratarse de una demarcación política como tal. Más bien se ha configurado como región histórica que abarca porciones de varias provincias.