Quebec: un destino turístico de amplia oferta cultural e histórica
La única nación francófona de Norteamérica esconde un centro histórico Patrimonio de la Humanidad, edificios notables, un buen número de museos y una agitada vida social. Quebec se ha popularizado como destino turístico emergente en los últimos años
La única nación francófona de Norteamérica esconde un centro histórico Patrimonio de la Humanidad, edificios notables, un buen número de museos y una agitada vida social. Quebec se ha popularizado como destino turístico emergente en los últimos años
Con más de siete millones de habitantes, esta nación francófona de Canadá, la única de toda Norteamérica, recibe al turista con un ramillete de atracciones para ser disfrutadas: una ubicación que hipnotiza sobre el río San Lorenzo, un legado arquitectónico más que notable, una historia con acontecimientos pasados de postín, así como una animada vida social, cultural y urbana. Triplica el tamaño del país galo y consta de 22 regiones turísticas para perderse en ellas.
El itinerario del visitante debe comenzar, sin duda, por la visita al barrio histórico. Declarado Patrimonio Mundial, el corazón se erige como única ciudad fortificada al norte de México con sus elevadas murallas. Cerca de una de sus salidas queda emplazado el Parque de l'Artilleria, que cuenta con numerosos edificios de tipo histórico. La nota cultural la ponen dos museos de interés, como el Museo de la América Francesa y el de las Ursulinas. Mientras, en la basílica Notre-Dame-de-Québec se encuentran enterrados cuatro gobernadores de Nueva Francia.
A través de un funicular se arriba a la parte baja de Quebec, la zona de Basse-Ville, en cuyo interior sobresalen dos barrios, Petit-Champlain y la Place-Royale, repletos de actividad. Un gran número de tiendas, restaurantes y bares pueblan sus populosas calles. Resulta recomendable dar un paseo por el Viejo Puerto o bien emprender un pequeño viaje en barco por el río si el tiempo acompaña, claro está.
Otra de las opciones de visita pasa por rodear la Ciudadela, cruzar por delante del inmortal Château Frontenac, con sus torres de inspiración medieval, hasta aterrizar en la terraza Dufferin, donde se obtiene una bella vista del río. El itinerario prosigue por las Plaines d’Abraham, un vasto espacio verde donde se enfrentaron, en el siglo XVIII, los ejércitos francés e inglés en una de las batallas más importantes de la historia de América. En esta zona es de obligada visita el Museo Nacional de Bellas Artes, que cuenta con una magnífica colección de obras locales.
Entre los meses de noviembre y marzo, la región se llena de nieve apta e idónea para la práctica de esquí y otras actividades polares. Es un verdadero paraíso para los deportistas al contar con más de 90 estaciones.
Una de las mejores excursiones cerca de Quebec conduce al viajero a las cataratas de Montmorency, localizadas a 10 minutos en coche. Con sus 85 metros de altura, son más altas que las de Niágara. Este hermoso lugar llamó la admiración del cineasta Alfred Hitchcock. Si se viaja en familia se puede optar por visitar el Parque Acuario, ya en Quebec, o escoger la ruta que conduce al descubrimiento de los pueblos indígenas.
Los centros vacacionales de Quebec presumen de una oferta amplia y variada, desde spas, posadas, hoteles, residencias, albergues, campings o pensiones turísticas, algunas de las cuales se localizan geográficamente sobre parques nacionales, para así poder gozar de su bello entorno.