Día de la Independencia de Estados Unidos: La nación más poderosa del mundo
El aniversario de la constitución de los Estados Unidos como país independiente desde hace más de 200 años, sitúa a ciudades de pasado histórico como Washington, Philadelphia o Nueva York como destinos turísticos de primer nivel mundial, que esconden maravillas arquitectónicas, patrimoniales y culturales que bien merecen una visita
El aniversario de la constitución de los Estados Unidos como país independiente desde hace más de 200 años, sitúa a ciudades de pasado histórico como Washington, Philadelphia o Nueva York como destinos turísticos de primer nivel mundial, que esconden maravillas arquitectónicas, patrimoniales y culturales que bien merecen una visita
Estados Unidos conmemora un año más de su constitución como nación independiente tras desligarse del yugo británico el 4 de julio de 1776. El país que se configuró en torno a George Washington o Thomas Jefferson se engalana para recibir a un turismo ávido de conocer de norte a sur y de este a oeste la mayor parte de su medio centenar de estados.
La celebración de esta fiesta nacional y patriótica (el 4 de julio) se convierte en una buena excusa para, por ejemplo, visitar la capital del país, Washington, ciudad donde se guarda una copia de la Declaración de Independencia, o bien Philadelphia, urbe cuyo congreso ratificó la misma de manera oficial. También resulta de interés desplazarse hasta Nueva York, donde tuvieron lugar algunas de las primeras celebraciones organizadas alrededor de las lecturas públicas del documento original.
Washington, perteneciente al estado de Columbia y capital política del país, es uno de los destinos turísticos más importantes de los Estados Unidos. Tiene obras arquitectónicas de especial interés. Destacan monumentos como los dedicados a varios presidentes ilustres de la nación como Washington, Lincoln, Jefferson o Roosevelt, otros dedicados a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea o la de Vietnam, el Capitolio, la Universidad de Georgetown (la más antigua de los EE.UU.) y un símbolo por excelencia: La Casa Blanca, residencia del presidente del país y sede del Gobierno de USA.
Al noroeste de Estados Unidos se ubica Philadelphia, la mayor urbe del estado de Pensilvania. Como capital original y ciudad más grande de la época colonial, mantiene su estatus histórico y cultural con museos como la Academia de Ciencias Naturales, la penitenciaria de Eastern State, el Franklin Institute Science Museum, el prestigioso de antropología y arqueología, el Museo Portuario o templos dedicados a las logias masónicas. Philadelphia cuenta con el City Hall, Broad & Market sts, el Ayuntamiento más grande de EE.UU., compuesto por una torre de 548 pies cuya punta está coronada por una estatua de bronce de William Penn. También posee el mercado al aire libre más grande del mundo (Italian Market), el zoo más antiguo del país o el barco de guerra con mayores condecoraciones (Battleship New Jersey). Sin duda, el turista no se la debe perder.
Desplazarse hasta la Gran Manzana es un deleite para los sentidos. Metrópoli cosmopolita, bulliciosa y poblada (más de 22 millones de habitantes en toda su área metropolitana), es uno de los puntos financieros de mayor trascendencia en el planeta. Sede de la Organización de las Naciones Unidas, Nueva York cuenta con auténticas joyas patrimoniales y símbolos de la nación más poderosa del mundo, como la Estatua de la Libertad, Central Park, la Quinta Avenida, Times Square, Broadway, el Empire State, el Museo Metropolitano o las zonas de Harlem, Brooklyn, Soho o Chinatown. Un pequeño universo en el que cualquier turista puede perderse y no encontrar atisbo para el aburrimiento.
Con un pasado histórico de connotaciones diferentes, pero no por ello de menor interés para su visita, sino todo lo contrario, la costa este alberga otras muchas importantes metrópolis y grandes urbes como Chicago, Boston o Miami. En el otro extremo de los Estados Unidos, bellas ciudades como Los Ángeles, Las Vegas o San Francisco también tienen mucho que ofrecer al viajero. Pero ello merecerá otro capítulo. Una de las opciones para desplazarse pasa por utilizar la carretera, a través de la mítica Ruta 66, un recorrido de 4.000 kilómetros que transcurre desde Chicago hasta California.