700 islas en un entorno paradisíaco
Los setecientos rostros de un sueño ideado por el viajero cuentan con su espacio físico en pleno mar Caribe. Las Bahamas, destino turístico de excepción, son el Edén terrenal: Playas de ensueño, casinos de lujo, fondos marinos de leyenda, ocio a raudales o la posibilidad de dar de comer a los tiburones.
Los setecientos rostros de un sueño ideado por el viajero cuentan con su espacio físico en pleno mar Caribe. Las Bahamas, destino turístico de excepción, son el Edén terrenal: Playas de ensueño, casinos de lujo, fondos marinos de leyenda, ocio a raudales o la posibilidad de dar de comer a los tiburones.
Entre las mayores, las menores y las íntimas, las Bahamas son más de 700 islas coralinas dispuestas en arco que parecen marcar frontera entre el Atlántico azul y el mar verde turquesa de las Antillas.
Antigua colonia española y actual miembro de la Commonwealth, este paradisíaco archipiélago caribeño vive de un turismo en su mayoría procedente de los Estados Unidos. Muchos acuden atraídos por la cantidad de tiburones de arrecife y mar abierto que se encuentran aquí. A diario se organizan inmersiones con guía en las que se puede entrar en contacto con escualos y darles de comer.
New Providence, la isla donde se encuentra la capital, Nassau, era una plaza fuerte de piratas y se ha transformado en una especie de Disneylandia para adultos. Grand Bahama cuenta en la actualidad con 10.000 habitaciones de hotel, 2.000 residencias, 40 pistas de tenis, un bazar internacional y el Princess Casino, una de las mayores casas de juego del mundo. Otro establecimiento similar es el Atlantis Casino, con 1.100 máquinas y 80 mesas de juego. Está emplazado en el interior del pueblo turístico más grande del mundo: 2.535 habitaciones, toboganes acuáticos, piscinas, cascadas, acuarios, fuentes y lagunas. Su parque marino cuenta con 100.000 animales, entre los que destacan los tiburones y las pirañas.
El archipiélago de las Berry Islands son, por su parte, 30 islas de cinco estrellas: Muchas de ellas de propiedad privada con perros de vigilancia. Aquí y en zonas como Long Island o Abacos se pueden encontrar playas vírgenes de aguas cristalinas. Mientras, en la Great Inagua viven más de 50.000 flamencos. La isla de Eleuthera está considerada como la más bella del Caribe, llena de blancas playas, lagunas azules y colinas verdes.
Una de las principales atracciones de las Bahamas son los Blue Holes, sobre todo en la isla de Andros. Se trata de grandes agujeros azules que se abren en los fondos marinos y en el interior de la isla; estos pozos, de una profundidad que puede llegar hasta los cien metros, tienen paredes horadadas por cavernas, grutas, galerías y sifones comunicados con el mar. Excelente opción para los amantes del submarinismo.
En un entorno de tales características, la posibilidad de encontrar un adecuado alojamiento no resulta complicado en las Bahamas. De carácter íntimo, el Fernández Bay Village, en Cat Island, son seis villas y cottages en una playa privada. Con estancias de estilo étinico sobresale el Romora Bay Club, en Harbour Island. Elegantes habitaciones a lo largo de siete kilómetros de playa puede encontrar el visitante en el Cape Santa María, en Long Island. En las discotecas del archipiélago las noches se inflaman al ritmo de las persuasivas melodías caribeñas. Obligada cita para el turista, si se lo puede permitir, es la visita a la Graycliff Mansion, el famoso restaurante de Nassau, cuya selección de puros es una de las mejores del mundo.