Templos orientales con enormes rascacielos conviven en Seúl

Atractivas e interesantes ofertas de ocio en una ciudad exótica y cosmopolita que ofrece al visitante una arquitectura de estilo oriental en armoniosa convivencia con los rascacielos propios de una metrópoli industrial. Así es Seúl, la capital de Corea del Sur, una de las urbes más atractivas de toda Asia

Seúl - Atractivos turísticos
Templo Bongeunsa, Seúl, Corea del Sur
Foto cortesía de Dae-Wang

Considerada una de las metrópolis más cosmopolitas y exóticas de todo el planeta (más de 10 millones de habitantes), Seúl recibe al turista con un sinfín de ofertas de ocio para que realice a cualquier hora del día. Enormes y vastos centros comerciales, restaurantes, mercadillos, comercios, parques temáticos y demás atracciones convierten a la capital de Corea del Sur en uno de los destinos más apetecibles de toda Asia.

Ciudad de contrastes y lugareños de tono conciliador y acogedor, en Seúl conviven de forma armoniosa las tradiciones propias de las religiones confucionista y budista con el desarrollo de una urbe que crece a un vertiginoso ritmo industrial. Asimismo, también coexisten en su arquitectura urbana edificios de lustre histórico, como el Palacio Gyeongbokgung, el más antiguo de la dinastía Joseon, junto con los más modernos rascacielos y otras instalaciones de tipo cultural o financiero.

Palacio Gyeongbokgung

Las antiguas construcciones de estilo coreano y las pagodas inundan las calles del centro de la urbe asiática. Durante su recorrido, el viajero podrá toparse con el arco que conmemora la independencia de la república de Corea del Sur, caminar por los suburbios de Yongsan-gu o Mapo-gu, divisar el río Han en dirección sur, o bien admirar de cerca el World Trade Center, ubicado en el área de Gangnam-gu o el puente celestial. Por su parte, la isla de Yeouido acoge la sede de la Asamblea Nacional y un gran número de edificios de oficinas.
Aquí se encuentra el edifico más alto de la capital, el KLI 63. Y en Songpa-gu se localiza el estadio que albergó los Juegos Olímpicos de 1988.

El estilo oriental de las construcciones perdura en otras maravillas arquitectónicas como el Palacio Changdeokgung y su Jardín Huwon, así como en la Fortaleza Suwonhwaseong.

Jardín

De estilo budista sobresalen edificios como los templos Bulguksa, Jogyesa y Naejangsa. Otros lugares que merecen la pena ser visitados, son los barrios de Insa-dong o Itaewon, el Mercado Namdaemun, el Parque Changch'ungdan, la comercial calle Myeong-dong o el Cerro Namsan, que ofrece una espectacular panorámica de toda la ciudad. Mientras, si prefiere desconectar del bullicio urbano y estar en contacto con la naturaleza, al norte de Corea el turista puede encontrar la montaña Bukhan y al sur, el monte Namsan.

Itaewon es el punto neurálgico de gran parte del turismo foráneo. Aparte de albergar infinidad de servicios, esta zona es también guarda el Museo Nacional de la Guerra, de obligada visita. Exhibe una exposición de casi 5.000 años de historia de invasión extranjera.

Con respecto al alojamiento y sus precios, lo más recomendable es visitar
Seúl en otoño, de octubre a noviembre, o bien en primavera. En verano los precios suben en exceso. El hotel Najia es uno de los más reconocidos y se ubica cerca de varios centros culturales y artísticos de Seúl. Si se reserva con antelación y se rastrea en Internet con paciencia se pueden encontrar establecimientos para todos los gustos a precios razonables.