Consejos para evitar el Jet Lag
El Jet Lag es uno de los problemas que se sufren cuando se viaja a lugares demasiado distantes y se pasa por demasiadas zonas horarias.
El Jet Lag es uno de los problemas que se sufren cuando se viaja a lugares demasiado distantes y se pasa por demasiadas zonas horarias.
Viajar es un placer, sobre todo cuando se hace a destinos exóticos que en nada se parecen al lugar donde vivimos, pero ¿Qué pasa con el Jet Lag? Cuando viajamos a zonas horarias distintas a la nuestra, arreglamos el problema superficialmente ajustando el reloj de pulsera, pero el interno es algo un poco más complicado.
No importa lo emocionados que estemos con las vacaciones a la que nos dirigimos, tampoco si el negocio que vamos a cerrar es millonario, pues el jet lag actúa con prescindencia de cualquiera de esos factores y es mejor estar preparado si se va a cruzar el océano por ejemplo. Para la gran mayoría el consejo general es tomarse un día de descanso luego del viaje para ir aclimatándose al cambio horario, sin embargo, hay otros que sugieren tomar determinados medicamentos homeopáticos para contrarrestar los siempre molestos síntomas.
Siguiendo estos consejos estaremos bien antes, durante y después de realizar el viaje donde quiera que sea sin perder nuestro preciado tiempo de relajo o trabajo durmiendo para recuperarnos.
Síntomas del Jet Lag
Los síntomas más comunes incluyen fatiga, dolor de cabeza, deshidratación, irritabilidad, falta de concentración y problemas para dormir. Los problemas provienen del ajuste que hace nuestro cuerpo y mente con el tiempo cronológico en el que nos desenvolvemos, el que marca diferencias de entre 3 y 12 horas muchas veces. El Jet Lag actúa en mayor o menor medida dependiendo de la cantidad de zonas horarias que atravesemos (viajes intercontinentales) y según la duración del viaje.
Prevenir el Jet Lag
Ajustar el tiempo de las comidas
Una de las formas más naturales de ajustarse al nuevo cambio de hora es cambiar el horario de nuestras comidas conforme lo hacen en la ciudad en que nos encontramos, desayunos, almuerzos y cenas deben realizarse conforme los horarios de la ciudad en que estamos.
Un ejemplo claro lo encontramos en el viaje que se realiza desde Boston (GMT -5) a Londres (GMT +0), donde deberemos comer más tarde de lo habitual empujando con ello la hora de la cena.
Escoger bien los alimentos
Algunos de los ejemplos típicos entregados por profesionales en este sentido, está el preferir alimentos de alta proteína, bajos en carbohidratos, calorías y que tengan una cantidad limitada de sodio y grasa. ¿Por qué? La razón es sencilla, la proteína nos entrega energía, y los alimentos bajos en carbohidratos y calorías nos hacen sentir más livianos.
Si queremos dormir mejor, una idea interesante es consumir alimentos como el pavo, el que nos preparará para descansar de buena manera luego del viaje. Si bien es cierto pueden haber costumbres alimenticias muy distintas a las que poseemos en nuestro nuevo destino, hay que abstenerse de probarlas los primeros días mientras nos aclimatamos poco a poco, ya que el Jet Lag está muy relacionado con el estómago.
Descansar bien
Si estamos recién llegando y es de noche, por ningún motivo vayamos a una fiesta o pagaremos cara la osadía. En una fiesta de despedida tampoco es recomendable excederse en alcohol o en la cantidad de horas que permanecemos despiertos.
Excederse en el consumo de café y la falta de horas de sueño antes del viaje, pueden provocar que el Jet Lag sea más difícil de superar de lo que se cree. La mejor noche que debemos pasar es la anterior al gran viaje, así nuestro organismo estará bien preparado para los cambios horarios repentinos.
Beber mucha agua
La mejor de las soluciones mientras estamos en el avión es buscar hidratarnos el máximo posible. Habrá que olvidarse de la cerveza o licores fuertes pues nos deshidrataremos más. El café es otro de los brebajes que tenemos que evitar, pues dormir en el avión es una buena fórmula para mantenernos en control.