Las cataratas de Victoria, belleza natural inigualable y extrema
Una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo con el añadido atractivo de la "Piscina del Diablo"
Una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo con el añadido atractivo de la "Piscina del Diablo"
Las Cataratas Victoria son una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad, ofreciendo al visitante un espectáculo natural único. Están situadas en pleno corazón de África, sobre el río Zambeze, justamente en la frontera que separa los países de Zambia y Zimbabwe.
David Livingstone, misionero y explorador escocés las descubrió en 1855. A él se debe el nombre de Victoria. Las bautizó en honor a la Reina Victoria de Inglaterra.
Con una anchura de 1700 metros y una altura de 128 metros, las Cataratas de Victoria ofrecen unas vistas de belleza inigualable. Nos situamos ante unas inmensas caídas de agua, una caída de cortina de agua ininterrumpida e impresionante –debido a sus dimensiones- que además deleita con la esperable cantidad de bruma que se levanta de su fuerza al caer. Debido a esto, los nativos la conocen entre ellos como “Mosi-oa-Toenja”, que significa el humo que truena.
La piscina del Diablo
Uno de los mayores atractivos que ofrecen las Cataratas de Victoria es la piscina del Diablo. Son muchos los turistas que, en su visita, se arman de coraje para bañarse en esta piscina natural ubicada sobre unas cataratas que arrojan más de 546 millones de metros cúbicos de agua por minuto.
De septiembre a diciembre son los únicos meses en que se encuentra habilitada al público, ya que es cuando el caudal de agua disminuye lo suficiente para evitar riesgos innecesarios o posibles peligros.
Atracciones en las cataratas
Muchos visitantes no se limitan a contemplarlas y buscan disfrutar de ellas realizando diversas actividades acuáticas, inclusive algunas que rozan lo imposible. Entre las atracciones turísticas que es posible desarrollar, destacan:
Puenting o lanzamiento al vacío
Visita en helicóptero
Vuelos en microlight
Rafting
Lancha motora ultrarrápida
Una cuerda es el único medio de sujeción al cuerpo. Se lanzan al vacío con la emoción producida por la altura y el encanto de la vista.
El trayecto se inicia desde la base de los acantilados de Baobab llegando a las gargantas, donde el acercamiento a las cataratas es tal, que permite a los turistas casi rozar con los dedos el agua. Luego se continúa hasta el parque nacional de Mosi-oa-Tunya donde el encuentro con animales peligrosos es muy factible, ya que habitan allí: rinocerontes blancos, monos, lagartos, antílopes y otros animales peligrosos.
Gracias a este tipo de vuelos se puede entrar en la misma corriente de agua o al menos en esas estruendosas llamaradas de bruma. Esta experiencia se puede vivir a partir de unos 107 dólares.
De junio a febrero son los meses estipulados para realizar descenso a través de las aguas, con 23 rápidos que se caracterizan por tener un grado de espectacularidad y peligro distintivo. El resto del año los rápidos se reducen a 13.
Una lancha motora permite adquirir la máxima velocidad permitida, logrando así que cada quien se llene del máximo de adrenalina posible en el trayecto.
Las Cataratas de Victoria son uno de los destinos más solicitados en las rutas de los viajes por África. Forman parte de la propiedad del Estado, y como dato curioso se puede decir que la fuerza de la caída de su agua no está siendo utilizada para la generación de energía hidráulica.
Las cataratas Victoria constituyen, junto a las de Niágara y las de Iguazú, los mejores saltos de agua del mundo gracias la belleza natural que las caracterizan.