Las cascadas más hermosas del mundo
Si los viajes coinciden con uno de estos lugares, no deje de visitar estas espectaculares caídas de agua, que por su altura o por el entorno, evocan los orígenes de la vida en el planeta
Si los viajes coinciden con uno de estos lugares, no deje de visitar estas espectaculares caídas de agua, que por su altura o por el entorno, evocan los orígenes de la vida en el planeta
Con sus sonidos característicos y la llovizna de gotas finísimas que empapa a los embelesados espectadores, las cascadas son una de los mayores atractivos de la naturaleza, por la fuerza y belleza con que se precipita el agua incesantemente, filtrando la luz y formando pozos, lagunas y ríos que siguen su curso hasta el mar, en un permanente ciclo de salida y retorno.
Conozca diez de las más imponentes caídas de agua del mundo, algunas muy conocidas, otras no tanto, pero todas con el misterio y el encanto que fascina.
Cataratas de Nueva York y Canadá
Compartidas por los dos países en plena frontera, entre Canadá y Estados Unidos, estas cataratas se dividen en tres sectores: American Fall con 167 metros de altura, Bridal Veil Fall con 181 metros, y Horseshoe Fall con 158 metros de altura. Desde la ciudad más cercana, Buffalo, se pueden recorrer las 17 millas hasta llegar al sitio, unos 25 minutos.
Cataratas Kalihiwai de Kauai, Hawaii
Remite a las estampas de la era prehistórica, con su fino velo de 300 pies de acantilados de roca volcánica en pleno bosque tropical lluvioso, tal como aparece en la película Parque Jurásico. Para llegar se sigue el recorrido del exuberante y verde Na Pali Coast con once kilómetros de recorrido a lo largo de la costa norte de la isla. No se necesita un guía porque el camino está claramente marcado.
Lago Plitvice, Croacia
El agua de esta cascada es color turquesa intenso debido a la combinación de minerales presentes y organismos propios de las rocas alpinas. En los centros de información del Parque Nacional del mismo nombre, se ofrece toda clase de folletos y orientación en cada una de las entradas, para que los visitantes puedan pasear por el laberinto de senderos y paseos marítimos. Entre mayo y septiembre el clima es cálido y los días soleados.
Cataratas de Iguazú, Argentina
Una compleja red de 275 saltos a lo largo de dos kilómetros, a través de los cuales el agua se precipita con gran fuerza e intensidad. Una de las áreas que más llama la atención es la llamada Garganta del Diablo, una cascada con forma de herradura. Las visitas pueden ser por cuenta propia o guiadas, y la mejor época para visitar estas bellezas naturales es el mes de octubre.
Cataratas de Yosemite, California
Aunque la caída tiene su encanto, el entorno de esta cascada constituye el mayor atractivo, con sus acantilados de granito y los árboles gigantes de secoya. Desde casi cualquier parte del valle de Yosemite se pueden apreciar las aguas. El Servicio Nacional de Parques ofrece un paseo en bus que acerca a los visitantes hasta muy cerca de la base de la caída.
Cataratas Sutherland, Nueva Zelanda
Inmersas en los predios del Parque Nacional de Fiordland, al extremo suroeste de la Isla del Sur, estas caídas reciben el agua de lluvia durante 300 días al año, desbordándose en cientos de precipitaciones a los largo de la montaña con alturas de 1.904 metros. La mejor época para ir a la región es de diciembre a febrero, cuando los días son más largos y hay buenas temperaturas.
Salto Ángel, Venezuela
La más alta del mundo, esta caída de 979 metros es tal que parte del agua se evapora antes de llegar. Vista desde la piscina que se forma en la caída, el agua parece venir del cielo, ya que no se puede apreciar el punto de salida sino no es un poco más lejos. Se alimenta del agua de lluvia de nubes tropicales, y la visita debe ser guiada, pues se emplean medios de transporte seguros y garantizados por los guías y operadores turísticos.
Cataratas Gullfoss, Islandia
Con una singular caída primero a la derecha, y luego de tropezar con un acantilado, a la izquierda, estas cataratas son sin embargo, muy convencionales en sus alrededores, con instalaciones de dos niveles acondicionadas para los turistas. Los mejores meses para visitarlas son junio, julio y agosto, cuando el hielo se ha derretido y las temperaturas son más cálidas.