Visitar Kenia, animales salvajes, safaris y excelsos parques naturales
Disfrutar de la Sabana, los animales salvajes y las aves que la habitan en un safari fotográfico, es una de las cosas que se pueden hacer en Kenia
Disfrutar de la Sabana, los animales salvajes y las aves que la habitan en un safari fotográfico, es una de las cosas que se pueden hacer en Kenia
Kenia es un lugar donde practicar turismo aventura, con animales salvajes, aves exóticas y una dosis de entretenimiento natural importante
El corazón más profundo del África negra ofrece un sinfín de posibilidades inmensamente atractivas al turista. Safaris fotográficos que permiten acceder al reino animal salvaje (leones, elefantes, leopardos, rinocerontes), descubrir espectaculares parques naturales de película cercanos al Kilimanjaro o conocer las costumbres de los legendarios guerreros masai. Todo eso y más es posible en Kenia.
Las cifras corroboran su elección como destino predilecto de muchos viajeros. El país africano recibe más de un millón de visitantes al año, la mayoría procedentes del Reino Unido y Alemania. Muchos atraídos, sin duda, por los 45.000 kilómetros cuadrados que ocupan sus 68 espacios protegidos (el 7,8 % de la superficie total del país)
Nairobi es la capital de Kenia, con fama de ciudad peligrosa, su arquitectura colonial británica se combina con nuevas torres acristaladas y un parque nacional en sus inmediaciones. Dos de sus más destacados lugares son el Langata Giraffe Centre, donde se puede dar de comer a las jirafas, y el restaurante Carnívoro, en el que se puede encontrar en el menú carne de cocodrilo, lo que constituye toda una experiencia culinaria. Gran parte de los turistas escogen el safari como el motivo de su viaje a tierras africanas, donde la mejor forma de vivir la experiencia pasa por llevarla a cabo en la espléndida sabana de Masai Mara, en la región del Serengueti, repleta de cebras, ñúes y gacelas que se ven acosadas por los grandes depredadores: cocodrilos, leonas, guepardos, tigres o panteras.
A su alrededor les acompañan otros bellos mamíferos tales como avestruces, hipopótamos, rinocerontes o jirafas. Y si miramos al cielo avistaremos buitres y marabúes. Los célebres moradores de la reserva son los miembros de la tribu masai, pastores nómadas de peculiares cánticos y danzas rituales que atraen la visita de los grupos organizados. Llegados a este punto, no hay tarjeta de memoria que pueda soportar, en forma de fotografía, tanta belleza y exotismo animal, vegetal y humano.
Otra reserva que no puede escapar de un completo recorrido turístico por Kenia es la de Marsabit. Da cobijo a mamíferos como leones, leopardos, elefantes, rinocerontes, búfalos, cebras, jirafas, hienas y gacelas. Es una zona boscosa conocida por sus volcanes y lagos del cráter. Asimismo, el Parque Nacional del Monte Kenia es uno de los paisajes más impresionantes que existen en el este del continente. Se configura en torno al segundo pico más elevado de África, de 5.199 metros. La llegada al Lago Nakuru, en el Gran Valle del Rift, se convierte en el espectáculo de aves más fabuloso del mundo, donde se llegan a reunir hasta casi un millón de flamencos rosados y rojos. Otros huéspedes ilustres son los pelícanos, garzas, orioles, estorninos, hasta un total de 400 especies diferentes. Si se dispone de tiempo, una excursión apropiada es la de Ciudad vieja de Lamu, el más antiguo y mejor conservado asentamiento swahili de África oriental.
Mombasa es la segunda ciudad más grande de Kenia, a 500 kilómetros de Nairobi. Se ha convertido en el centro neurálgico del turismo costero del país, pese a que no cuenta con las playas de arena fina del norte y la zona sur. En cuanto a la oferta de alojamientos, resulta muy variable en este país africano. El viajero tiene a su alcance desde una pensión por siete dólares la habitación doble (aunque deje mucho que desear) a un lodge de lujo en medio de Masai Mara por 660 dólares la noche. Las estancias de los hoteles suelen ser bastante sencillas, aunque limpias pero un gran nivel de deterioro debido al paso del tiempo.