Londres, la metrópoli de las mil culturas

Con motivo de los Juegos Olímpicos de 2012, la ciudad más poblada de Europa continúa su expansión pero sin perder la esencia de la antigua capital del imperio británico.

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Típica postal de Londres
Foto cortesía de Pinomoscato - Flickr.com

La capital del antiguo imperio británico ha iniciado una imparable e interesante expansión hacia el Este y el Sur con motivo de los próximos Juegos Olímpicos 2012 que se celebrarán en Londres. Esta cosmopolita ciudad, metrópoli de mil culturas, es un auténtico hervidero social y cultural que no para. El turista que la visite tiene mucho que ver: Big Ben, Covent Garden, The National Gallery, la Tate Modern, Tower Bridge, la Torre de Londres, el British Museum, Buckingham Palace, Trafalgar Square, Picadilly Circus, Hyde Park o el Soho a orillas del Támesis. Las posibilidades son infinitas.

En la urbe más poblada de Europa (12 millones de habitantes) la célebre puntualidad británica, que marca su inamovible hora del té (a las 5 de la tarde) define el carácter de los londinenses. Los hábitos de comidas establecen que el desayuno se toma antes de las 8 de la mañana, luego viene el lunch no más tarde de las 13 horas, el té vespertino y una ligera cena sobre las 19 horas. Eso sí: Antes de acostarse se recomienda tomar otro té. Al cruzar una calle, el turista debe tomar precaución. Los vehículos ingleses circulan por la izquierda, por lo que deberá mirar por la derecha. Y debe respetar escrupulosamente cualquier cola que se forme, incluso para comprar el periódico.

El espectáculo más llamativo de la ciudad es poder ver en directo el cambio de guardia frente a la residencia oficial de la familia real, el Palacio de Buckingham, que tiene lugar todos los días, de abril a julio entre las 10:45 y las 11:30 horas y en días alternos el resto del año. De entre el patrimonio arquitectónico llama la atención, sin duda, el magnífico complejo de la abadía gótica de Westminster, la iglesia más antigua de la ciudad, panteón de ilustres personajes y escenario de coronación de los reyes de Inglaterra.

Cerca, junto al Big Ben, se alzan las Casas del Parlamento con su famosa Cámara de los Lores. En su itinerario, el visitante también se puede acercar hasta el número 10 de Downing Street, residencia del primer ministro británico, custodiada por un bobbie. Tampoco hay que marcharse de la ciudad londinense sin disfrutar de la Catedral de San Pablo, la gran zona verde de Saint James Park, la espectacular noria gigante de London Eye, The Globe Theatre conocido por Shakespeare, The Temple Church o el Millenium Bridge de Norman Foster. Es imposible aburrirse porque no cabe lugar para el ello. Los amantes de las compras tienen su paraíso en Carnaby Street, la calle más animada y comercial de Soho, Oxford Street y el gran centro comercial de Harrods.

La noche londinense es especial. Quienes saben disfrutarla son conscientes de que, en sus eclécticos locales, nacen tendencias: Música, moda, bebidas,... que luego se extienden por todo el planeta. Aunque suelen tener precios desorbitados merece la pena conocerlos. Los cócteles y las pintas de cervezas conforman el aperitivo vespertino hasta bien entrada la noche en locales como French House, Lamb & Flag, Lock Tavern, Zeta Bar, Vertigo, The Roof Gardens, Townhouse, Blue Bar, Madame Jo-jos o Atlantic Bar & Grill. La madrugada da paso a conocidas discotecas como Fabric, The Vibe Bar, The End, Fluid, Cargo, Bar Rumba, Market Place, Ministry of Sound o Fridge Bar.