A orillas del Danubio emerge la capital húngara

Con un bello conjunto histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, la capital de Hungría recibe al turista con el Danubio como punto de partida de su visita atravesado por elegantes puentes. Budapest no decepciona, ya que tiene un extenso patrimonio arquitectónico y monumental

puente de las cadenas
Puente de las Cadenas sobre el río Danubio, Budapest
Foto cortesía de joiseyshowaa - Flickr.com

A pesar de no ser tan conocida como otras capitales de su entorno tales como Praga o Viena, la capital de Hungría pervive como una bellísima urbe con un patrimonio excepcional.
Buda se eleva en la denominada colina del Castillo, sobre la que se erige un impresionante palacio-castillo declarado Patrimonio de la Humanidad. El viajero que arriba no debe dejar escapar la visita de los ocho elegantes puentes que unen los dos márgenes del Danubio y, con ellos, las antiguas Buda y Pest. El más emblemático es el de las Cadenas, del siglo XIX. Tiene 400 metros de largo y merece la pena verlo de noche iluminado. El romanticisimo de la más occidental de las capitales de la antigua Europa Oriental bien merece la pena un paseo en barco por uno de los ríos más importantes de Europa.

El centro del casco antiguo de Buda es el Várhegy, donde se encuentra el conjunto de monumentos históricos más valioso de Hungría. Como el Palacio Real (siglo XIII), con una fachada inmensa de más de 300 metros, o la iglesia de Matías, que sobresale por su antigüedad (700 años) y maravilla por sus baldosas y techos multicolores, altares, estatuas y rosetones. Puntos claves del recorrido son la Plaza de la Santísima Trinidad, frente a la entrada principal de la anterior iglesia, el Bastión de los Pescadores, con las mejores vistas de Pest y el Danubio, la iglesia de María Magdalena o el Museo de Historia Militar. En uno de los patios del Barrio del Castillo se localiza la hermosa Fuente de Matías. Quien arroje una moneda en ella tiene garantizado su regreso a Budapest. Las pintorescas calles del casco antiguo se edifican sobre cimientos medievales y aún conservan vestigios de la época. Una de ellas es la actual Casa de los Vinos Húngaros, donde hay degustación. Las calles adoquinadas y las casas de colores del corazón de Budapest deslumbrarán al turista.

El visitante puede iniciar la visita a Pest en el mismo punto de partida que la de Buda, en el Puente de las Cadenas. Esta parte de la ciudad constituye la zona moderna, administrativa, comercial y de ocio de la capital húngara. Aquí se ubican el edificio del Parlamento, los ministerios, embajadas, muchos museos, la Ópera, los teatros y cines de Budapest. En Pest se puede visitar la Gran Sinagoga, en el barrio judío. Es la más grande de toda Europa y la segunda en tamaño de todo el mundo. Los edificios del Parlamento conservan preciados tesoros, como la corona de más de 1000 años del rey húngaro. Mientras, en el Memento Park se ubican todos los monumentos de las figuras de la era comunista y soldados soviéticos.

El servicio hotelero de Budapest es óptimo, aunque los precios se han encarecido de forma notable en los últimos años. Los hay de todas las categorías. Las mejores zonas para pernoctar se encuentran en los alrededores del Puente de las Cadenas, del Parlamento o de la Ópera. Si el hotel tiene una boca de metro cercana mejor. Los más baratos salen desde los 65 dólares la habitación por una noche.