Viajar a Bora Bora, la isla más hermosa del mundo

El lujo y el confort con mayúsculas están más que garantizados en la mayoría de los hoteles que pueblan la pequeña y paradisíaca isla de Bora Bora, en pleno Océano Pacífico, todo un edén natural. El turista o turistas que prevean alojarse en alguno de los resort o palafitos situados en esta zona de la Polinesia -muchos de ellos parejas de recién casados que deciden pasar su luna de miel- deberán desembolsar bastante dinero. Sus servicios de impecable calidad y alto standing tienen un alto precio y así lo exigen. Se trata de un turismo para clientes sibaritas que escogen un destino exótico, fuera de lo convencional. Pero seguro que el esfuerzo económico, una vez realizado, merece la pena para disfrutar de un viaje y descanso de ensueño.

La oferta de alojamiento en Bora Bora es amplia y variada, aunque sin duda, lo que más hará sentir al viajero en pleno paraíso será un hotel de lujo, cuyas habitaciones se transformen en bungalós tradicionales de arquitectura polinesica, construidos todos ellos sobre las cristalinas aguas que lo rodean. Qué mejor placer que levantarse y tomar un desayuno en una terraza de palafito con vistas al Pacífico, rodeado de mantas, rayas o delfines. Este tipo de alojamientos es considerado sin lugar a discusión como de los más románticos del mundo.

Algunas de las cadenas hoteleras que ofrecen resorts de lujo en Bora Bora, alcanzan su máxima expresión como en el caso del Four Seasons Resort, el Bora Bora Lagoon o los fantásticos Le Méridien y St. Regis Bora Bora Resort. Le Méridien fue el primer hotel en instalarse aquí, en un entorno privilegiado, cerca de la laguna de aguas cristalinas y junto al Monte Otemanu. De entre sus 99 palafitos de lujo, los que se encuentran sobre el mar tienen el suelo de cristal para poder ver el agua bajo sus pies. En la actualidad, las autoridades no permiten la construcción de más hoteles para evitar la masificación inmobiliaria.

El St. Regis Resort Bora Bora es un lujoso resort emplazado en una isla privada de Bora Bora junto a una extensa playa de fina arena blanca. Oferta 100 alojamientos entre villas en la costa y bungalós sobre el mar. La decoración de todas ellas está llevada a cabo con objetos de artesanía, pisos de madera y tonos tropicales. Algunas de ellas tienen jardín privado.

La imagen de estampa de los hoteles de la Polinesia francesa son las cabañas colocadas sobre pilotes en las lagunas, inspiradas todas ellas en las tradicionales casas de madera con tejado confeccionado en base a hojas de palmera. Eso sí, sin necesidad de tomar ningún ascensor, cruzar por recepción ni encontrarse con nadie. No todos los hoteles tienen palafitos y la mayor parte de las habitaciones está en tierra firme, como por ejemplo el Pearl Beach Resort, uno de los mejores establecimientos de Bora Bora donde la Garden Pool Suite cuesta 600 dólares y el Premium Over Water Bungalow 900 dólares por noche. El primero es de cinco estrellas y se sitúa en la isla Motu Tevairoa, a apenas a diez minutos del aeropuerto de Bora Bora. Cuenta aparte con 50 bungalós sobre el agua, diez en la playa con jacuzzi y 20 en el jardín con piscina privada. Ambos incluyen cena con espectáculo protagonizado por nativos que realizan danzas tradicionales. Toda la infraestructura de la isla está preparada para brindar al visitante la mejor calidad en hoteles, restaurantes y lugares de esparcimiento.

Sin embargo y aunque no abunden, también es posible encontrar pensiones baratas especiales para viajeros sin demasiados recursos económicos, aunque hay que considerar que sólo el viaje ya suponga de por sí un gasto cuantioso. En algunos portales de Internet se pueden encontrar hoteles desde los 550 dólares la estancia y otras muchas ofertas para visitar Bora Bora, quizás la isla más bella del mundo que junto con Tahití y Moorea son las más importantes de la Polinesia francesa de un total de 118 islas que la conforman.