El último confín del mundo, Tierra del Fuego

La región más austral del planeta, de la que parten embarcaciones para la conquista del continente helado, se alza como la ciudad más destacada de la región argentina de Tierra del Fuego

Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina
Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina
Cortesía de la Secretaria de Turismo de la Municipalidad de Ushuaia

La particularidad de Ushuaia le ha convertido en un destino turístico de postín y de aventureros, que pueden aprovechar para recorrer el resto de una región con mucho encanto.

Desprendida a los pies del continente americano, la provincia argentina de Tierra del Fuego sigue ejerciendo una irresistible fascinación sobre los viajeros que anhelan pisar el último confín del mundo. La belleza de postal de la bahía que se adentra hacia poniente ahonda en la retina del visitante. Ushuaia, la región más austral del planeta, es una de las ciudades más pobladas de la provincia (60.000 habitantes) y punto de partida de los barcos que viajan más allá del paralelo 60º hasta la Antártida entre noviembre y abril.

La breve pero intensa historia de Tierra del Fuego, al igual que en la Patagonia, está escrita por buscadores de oro, aventureros, emprendedores, ganaderos terratenientes y, en el caso de Ushuaia, también por presos, quienes fundaron la ciudad. Su vieja cárcel está ocupada por el Museo Marítimo y Museo del Presidio, de obligada visita. Es el mejor punto de partida para recorrer una ciudad que concentra casi todos sus servicios en torno a las avenidas San Martín y Maipú. En el puerto, justo enfrente, un sinfín de compañías turísticas ofrecen sus excursiones desde el canal de Beagle. Además de recibir buques de crucero de todo el mundo, del ajetreado puerto de Ushuaia parten excursiones que permiten acercarse a las colonias de animales sin molestarlos.

Uno de los grandes atractivos naturales de Usuhaia es el Parque Nacional Tierra del Fuego, recorrido por senderos por los que perderse entre turbales y bosques de ñires, lengas, cohiues. No hace falta irse muy lejos para pisar la nieve: Cerro Castor está a apenas 26 kilómetros. Y también en la provincia se localiza el Lago Fagnano, el sexto más extenso de Sudamérica, con 117 kilómetros de largo y ocho de ancho. Antes se puede visitar la ciudad de Tolhuin que, con 6.000 almas, es la tercera localidad en importancia de la región.

La otra gran ciudad de Tierra del Fuego es Río Grande, en la costa atlántica. La escultura de una gigantesca trucha recuerda al turista que ésta es la capital de la pesca. Tras visitar la Misión y Museo Salesiano, lo mejor es tomar alguna de las rutas complementarias y conducir por la estepa hasta alguna de las históricas estancia ovejeras (María Behety, Sara Braun, La Despedida,...), hoy reconvertidas al turismo. Se trata de antiguas haciendas de familias de colonos que se enriquecieron gracias a la industra lanar. Sus propietarios ofrecen comidas, visitas guiadas y habitaciones en un entorno sin igual.

Tres alojamientos destacan de entre la oferta hotelera de la provincia argentina de Tierra del Fuego. El más económico es el Macondo House, de estilo minimalista. Dormir aquí sale desde los 100 dólares la noche. Un poco más caro (170 dólares) es el Tierra de Leyenda, una coqueta hostería con vistas al canal de Beagle. Y si el viajero opta por el romanticismo, lo mejor será que pernocte en el Finisterris Lodge Relax & Spa (340 dólares), un auténtico refugio de amor con chef y spa privado en lo alto de una colina.