La influencia que ejerció el Imperio Romano hace más de 2.000 años por gran parte del mundo dejó una honda impronta en Túnez: desde sus bellísimos mosaicos, grandes anfiteatros o el esplendor de la antigua Cartago. Pero el país norteafricano también ofrece al turista mucho más que historia: playas, mezquitas, museos, gastronomía, oferta hotelera, compras...